La poeta nacida en La Paz y desde siempre radicada en Cochabamba nos presenta, en exclusiva para El Duende digital, un adelanto de su nuevo libro Lentitud. Una escritura sugerente estructurada en poemas breves, donde la pausa y el silencio marcan el atinado tempo de la escritura y el atildado desplazamiento de los versos.
Argel, 19 de octubre de 2018 a las 12 y 33 minutos
El colmo de la presencia
J.D.
Yo iba hacia la antigua mezquita
tal vez
sinagoga transitoria
celebración fraterna que rememoras
puntual
la plegaria pronunció
palabras
llamaba una lengua distinta a la mía
Ahí en la profundidad de la desemejanza
el canto
prolongado aliento en su extensión vasta y doble
Escuchando escuchaba y mis lágrimas caían
era el lugar
Puede ser la luz de cualquier lugar ahora lo sabes
Un hombre de empolvada túnica
se incorporó vino a mi encuentro
extendiendo sus manos
me dio un abanico que recibí con las mías
Lanas y pajas me acercaron un pavo real de pecho azul
símbolo eco de un jardín remoto
y aún clamaba el balido de estos otros corderos
traza cierta
íntima hendidura
Mariposas
A Arnaldo Calveyra
El día está aquí
una mariposa blanca y otra amarilla salen de la roca
el agua del riego las libera
Ayer noche fue encontrado el cuerpo de una mujer
tomó veneno
y una copa de vino
dejó otra servida
Habíase puesto el vestido de una fiesta pasada
le quedó chico
ni la tela bordada ni las alas del tul
le cubrieron la espalda
La luna de anoche
y su grito
están aquí
Esta lengua
A Rubén Darío en Granada
El volcán levita entre nubes helechos
bromelias Signos
emiten una diáfana intangibilidad
En el jardín del convento
invocándose a ellas mismas
día a día muy altas han crecido
las palmeras
San Francisco y el lobo
aún se miran
De niñas escuchamos leer a mi padre
incontables veces el poema
blancura de lirio
mañana
y tan rara sangre
el aullido del afuera
Incierta salí a caminar los caminos
todos
idas y vueltas a la madriguera
entonces la huella el amor me trajo
a las hospitalarias frondas
de esta lengua
Dánae
A Rodin
Vacilante
nívea
cayó
la roca en la roca
con nostálgica lentitud
dobló su columna
se agachó
se arrodilló
en un mudo clamor
hundió la cara en las aguas de su propio río
Así fetal y eterna
ocupó su espacio
se dio a la luz
Saludos Vilma, necesito comunicarme contigo, mi mail cabreraj8@gmail.com
Me gustaMe gusta
Nice blog thanks for pposting
Me gustaMe gusta