
Daniela Rico / Antonio Vera
El proyecto Perra Gráfica nace en 2013 como un espacio para articular artistas gráficos en torno a la producción y difusión de obra gráfica. Lo primero que se hizo fueron talleres de formación y algunas exposiciones. El 2014 abrimos nuestra línea editorial. El proyecto lo dirigimos Antonio Vera y Daniela Rico.
El nombre busca reivindicar el origen callejero y, en gran medida, subalterno del arte gráfico respecto a las denominadas bellas artes.
Hemos publicado novela corta, poesía, cuento, fanzines, libros artísticos. Se trata de ediciones pequeñas, de 300 a 350 ejemplares numerados, que están entre la producción artesanal y la industrial, con tapas e ilustraciones impresas en técnicas como la serigrafía o la xilografía. Lo más interesante para nosotros del trabajo de editor es el mantener una relación con los autores, en la que el trabajo que se haga se asuma como colectivo, donde cada uno interviene en una medida, sin tratar de ocupar espacios que son del otro.
La perra Gráfica cuenta en la actualidad con un catálogo compuesto por 17 títulos que se distribuyen a su vez en cuatro colecciones especializadas en distintos temas y formatos: Libros para niños, Ilustrados, gran poesía y literatura.
En La Paz vendemos los libros directamente en nuestro taller. Algunos ejemplares de nuestros libros se encuentran en la librería SUR, de Lima; Eterna Cadencia, de Buenos Aires; Metales Pesados, de Santiago; Fondo de Cultura Económica, de Bogotá; Hypatia y la increíble librería de México; Malisia, de La Plata; e Iberoamericana, de Madrid.
Intentamos hacer libros que sean una experiencia intensa para quien los lee, que tanto el texto como las ilustraciones tengan una propuesta radical y personal. El tiempo que requerimos para sacar un libro, y el hecho de ocuparnos de tareas como la distribución de los volúmenes, únicamente nos permite publicar dos títulos por año, cada libro implica un periodo de experimentación e investigación ya que es una labor meticulosa y artesanal. Nuestra idea es darle a los dibujantes el tiempo necesario para hacer la mejor obra, sin prisas, creemos que eso forma parte del cometido de un buen editor.
El peso de la ilustración es tal vez el rasgo que más los caracteriza. La lectura de las imágenes, que tienen un lenguaje que todos entendemos desde que somos pequeños, pero a menudo al crecer dejamos de usar. El libro, en su origen es ilustrado, no de texto. La propia palabra es una imagen.
Durante la pandemia hemos entrado en un periodo de hibernación e incertidumbre, del que estamos ahora saliendo, armando una colección nueva de poesía en la que la apuesta va a ser, por un lado, unas ediciones más artesanales aún y por otro un libro de poesía para niños. Pensamos que los lectores de poca edad están muy capacitados son personas muy exigentes con lo que leen, a pesar de lo que se tiende a creer a veces.