VI Festival Internacional de Poesía de Bolivia 2022

Edwin Guzmán Ortiz

Ya se halla prácticamente en escena la sexta versión del Festival Internacional de Poesía de Bolivia 2022 que se efectuará entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre en las ciudades de La Paz, El Alto y Oruro.

Se trata de un festival, por sus características, pionero en Bolivia. Se concibió –como suelen iniciarse todas las cosas trascendentes– en torno a una mesa fraterna, allí en 2008 en Medellín, Colombia, en el marco del Festival Internacional de Poesía de Medellín, donde el director de ese evento mundialmente famoso, Fernando Rendón, propuso a Benjamín Chávez, asistente al festival, organizar uno en Bolivia. Benjamín, al principio dubito-parpadeante, terminó accediendo a la propuesta claro, en medio de unos elucidatorios e inspiradores drinks. Desde allí, al presente, Benjamín no ha cesado en este proyecto de sobrados méritos y fe inclaudicable.

El aporte del festival se expresa a través de diferentes líneas de acción. Por una parte, está el componente del encuentro, donde poetas extranjeros, procedentes de diferentes países interactúan con poetas bolivianos y el público nacional. Es más, se accede –a través de diferentes actividades de lectura– a la producción poética de los vates invitados, junto a la exposición de las características propias de creación literaria de sus países de procedencia.

En la perspectiva de lograr mayor difusión de la poesía de los participantes en los diferentes festivales, junto a Plural Editores, se logró la publicación de antologías de poesía que permiten un mayor acceso del público interesado en el tema. Es más, se logró extender este evento a ciudades como Cochabamba, Oruro y el propio El Alto de La Paz, ampliando de este modo el acceso a un público más amplio del país.

El festival, por su parte, no fue ajeno a la organización de mesas de diálogo interpoético. Cómo no recordar las diferentes mesas que coordinó uno de los fundadores y activos participantes del festival: Rubén Vargas (la memoria y el talante de Rubén flota en los últimos festivales). Los y las poetas en dialécticos –platónicos y hegelianos, diálogos– desnudaron ese universo exponencial que destella la poesía, su incidencia social, su vena cultural, su lúcido deambular por ciudades y vericuetos del mundo, su máquina revelatoria que no cesa. La presencia reiterada de la Carrera de Literatura de la UMSA, tanto a nivel docente como estudiantil, enriqueció aun más esta actividad.

Sería injusto olvidar su vocación educativa. En efecto, se desplegaron numerosos talleres de poesía donde poetas –extranjeros y nacionales– de vuelo mayor asperjaron su experiencia y sabiduría sobre el tema. La riqueza y diversidad de los enfoques nutrió a un público, generalmente joven y expectante, motivándolo en el deseo de escribir con mayor criterio, y apostar por la creación poética. Poemarios presentados, difundidos, leídos y debatidos como una forma de acercarnos al otro poético que nos visita.

Durante el primer Festival Internacional de Poesía, en 2010, en coordinación con autoridades de cultura, se hizo un reconocimiento público a cuatro grandes poetas bolivianos: Julio de la Vega, Héctor Borda Leaño, Antonio Terán Cavero y Jesús Urzagasti. Con ellos se compartió en el evento, escuchando su palabra y su vivencia de décadas de actividad poética en un país donde las contradicciones sociales no son pocas, y donde la poesía no deja de testimoniar la historia y las pulsiones profundas de un país diverso.  

Entre muchos más, a manera de ágil inventario, en el caso de poetas mayores que llegaron al festival, mencionemos a Arturo Carrera, Jorge Boccanera y Laura Yasan (Argentina); Roberto Echavarren y Silvia Guerra (Uruguay); Carmen Berenguer y Nadia Prado (Chile), Jüri Talvet (Estonia). Entre los países participantes en las diferentes versiones se hallan Argentina, Bahamas, Chile, España, Estonia, Uruguay, Colombia, México, Perú, Finlandia, Alemania y por supuesto Bolivia.

Entre los poetas bolivianos cabe destacar a Héctor Borda Leaño, Julio de la Vega, Jesús Urzagasti, Antonio Terán Cavero, Marcia Mogro, Cé Mendizábal, Álvaro Diez Astete, y Carlos Condarco. Además, Vilma Tapia, María Soledad Quiroga, Mónica Velásquez, Rery Maldonado, Geraldine O`Brian, Sergio Gareca, Milenka Torrico, Jorge Campero, Eduardo Nogales, Fernando Van de Wyngard y Sulma Montero. Los, las y probables epicenos en el campo inmensurable de la poesía.

El sexto festival, a un tris de realizarse, introduce además de modo más nítido, poetas que, al mismo tiempo de escribir poesía, reflexionan sobre la misma. No solo sobre su procedencia, sino sobre su materialidad, su poeticidad, sobre su embriague filosófico y lingüístico. En suma, sobre su condición gravitante como aparato generador de sentidos trascendentes.

No podía haberse obviado este 2022 una actividad recordatoria del centenario de la publicación de Trilce, de César Vallejo. El programa consigna, mañana lunes 31 de octubre, una conferencia sobre el tema, a cargo del poeta peruano Omar Aramayo, consumado especialista en Vallejo, en la Casa Marcelo Quiroga Santa Cruz (La Paz).  Al respecto, cabe decir que Trilce se ha constituido, de acuerdo a expertos, desde los años 60-70, como el poemario más original y radicalmente innovador del vanguardismo en lengua española. Es más, en ese intervalo, Roberto Paoli lo ha proclamado como el poemario más importante del vanguardismo posterior a la Primera Guerra Mundial, en un marco que comprende incluso a T.S. Eliot, Ezra Pound y los autores expresionistas y surrealistas, por si fuera poco.

La primera actividad de lectura colectiva de poesía se llevará a cabo en Efímera. Se tiene programada una conferencia sobre poesía y traducción a cargo de Rodolfo Ortiz (Bolivia), un conversatorio sobre la traducción de poesía con participación de Mariano Dagatti (Argentina), Diego Valverde Villena (España/ Perú / Bolivia), bajo moderación de Benjamín Chávez en la Carrera de Lingüística de la Universidad Pública de El Alto. Otro conversatorio sobre la labor editorial de poesía a cargo de Juan Maisonnave (Argentina) en la Casa del Poeta Jaime Saenz. Lecturas colectivas de poesía en el Punto Cultural Líber Forti. Un taller de poesía a cargo de Diego Valverde Villena y Juan Carlos Ramiro Quiroga (Bolivia) en la Casa del Poeta. El conversatorio “Voces de la Poesía Femenina”, con participación de Danitza Fuentelzar (Chile), Micaela Mendoza, Verónica Delgadillo, Ruth Ancalle (Bolivia); Modera: Verónica López del Blog GRATISpoesía, en el Auditorium del Centro Cultural Torino. La presentación del poemarioMil y una noches sin WiFi de Omar Alarcón (Bolivia), comenta Edwin Guzmán Ortiz.

Un programa no menos nutrido se llevará a cabo en Oruro, del 2 al 4 de noviembre: Conversatorio con Jorge Aulicino (actividad OnLine). La premiación del Concurso Municipal de Poesía; lectura de poemas de Omar Alarcón y Micaela Mendoza, un conversatorio sobre poesía con Omar Aramayo; Juan Maisonnave, Mariano Dagatti y Diego Valverde Villena en el salón Luis Ramiro Beltrán el jueves 3 a horas 10:00. Lectura de poemas en el Barrio de Escritores con presencia de Verónica Delgadillo, Danitza Fuentelzar y Christian Jiménez. Lectura central de poesía, con la participación de todos los poetas, en el Museo Histórico Idelfonso Murguía, el jueves a las 19:00.

El VI Festival Internacional de Poesía de Bolivia 2022, se realiza dentro una atmósfera nacional, pero sobre todo internacional, gravitante. En tiempos de crisis que atentan contra un nosotros real y existencial; tiempos de candados, de inicuos mordientes a la libertad; de un mundo que atenta contra la capacidad de poetizar la existencia; una época de inmersión y ahogo en el mar de la tecnología; de atentados contra los saberes alternativos; de castración de la acción creadora de la imaginación; de múltiples simulaciones; de epistemes amordazadas; de heterofascismos y de barbiturización del deseo… En fin, en un mundo críticamente atorado, cuya vaguedad azora y atenta contra el tejido poético, identitario y libertario que nos sostiene: ¿qué, la poesía en cuanto saber integral del ser humano?; ¿qué, la poesía en medio de este mare magnum? Palabras, criadero de palabras que tallan el mundo.

El jardín de los presentes

Poetas invitados al VI Festival Internacional de Poesía de Bolivia 2022

Jorge Aulicino. Poeta, periodista y traductor. Nació en 1949 en Buenos Aires. Trabajó en periodismo hasta 2012. Ese año reunió sus libros de poesía en el volumen Estación Finlandia. En 2020 apareció su Poesía reunida (2020-1974). Este año reunió una colección de artículos bajo el título Poesía y política y publicó también El amor que no perdona. Escritos sobre la Divina Comedia. Tradujo a Cesare Pavese, Pier Paolo Pasolini, Eugenio Montale, Luciano Erba, Franco Fortini, Antonella Anedda y Biancamaria Frabotta, entre otros autores italianos. En 2011 apareció su traducción del “Infierno”, de Dante Alighieri, y, en 2015, su versión de los tres libros de la Divina Comedia. En 2020 publicó El segundo Novecento, una antología de poesía italiana a partir de la segunda postguerra europea. Integró el Consejo de Dirección de Diario de Poesía, de Buenos Aires, entre 1987 y 1992, y actualmente colabora en la revista digital Op. Cit. y en Periódico de Poesía de la Universidad Autónoma de México. Administra el blog de poesía traducida y poesía en castellano Otra Iglesia Es Imposible e integra el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires. En 2015 recibió el Premio Nacional de Poesía.

Mariano Dagatti. Nació en 1982 en Elisa, provincia de Santa Fe, Argentina. Es Investigador Adjunto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas con sede de trabajo en el Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA, UMET/CONICET), donde coordina el Núcleo de Comunicación y Discurso (NUCODIS). Es Profesor de Semiótica en la Universidad Nacional de Entre Ríos. Dicta, además, los Talleres de Escritura y de Tesis de la Maestría en Diseño Comunicacional de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Es Doctor en Lingüística y Magister en Análisis del Discurso por Universidad de Buenos Aires. Ha sido profesor e investigador visitante en Francia, Italia, Suiza, Canadá, Sudáfrica, México, Brasil, Uruguay y España. Fue parte del staff de la revista de cine y literatura “Invisibles” (www.revistainvisibles.com), en la que publicó de forma periódica ensayos y entrevistas sobre cine argentino contemporáneo (años 2015-2020). Fue asimismo editor de la revista de comunicación y arte “Def-ghi” (años 2008-2016) con la que participó en diferentes festivales, congresos y en diferentes eventos culturales.

Juan Maisonnave. Escritor y editor. Publicó Los juegos compartidos (Santiago Arcos Editores, 2013), que obtuvo el Segundo Premio en la categoría Cuento del Fondo Nacional de las Artes. Fue coeditor y colaborador de la Revista Digital Invisibles entre los años 2017 – 2020. Trabaja como periodista cultural, editor y escritor freelance. Es socio fundador de Pinka Editora.

Omar Alarcón. (Bolivia, 1986). Es poeta y cineasta. Ha publicado los poemarios El corazón entrega sus muertos (Editorial Pasanaku. Bolivia, 2006), Roca Negra (Editorial Andesgraund, Chile 2020) y Mil y una noches sin Wi-Fi (Valparaíso Ediciones, España, 2021), libro que fue finalista en el premio internacional de poesía Vicente Huidobro 2020.Con su primera película, Mar negro, ganó el premio a Mejor dirección en Bolivia (Premio Eduardo Abaroa, 2018); así como Mejor Película y Mejor Documental (Diablo de Oro, 2019). Es cofundador del centro terapéutico Sol en Casa donde trabaja como psicólogo desde hace diez años atendiendo niños y jóvenes con capacidades especiales de la ciudad de Sucre.

Ruth Ancalle. Licenciada en psicología, Diplomada en educación superior, pianista miembro de la Sociedad de Concertistas e Intérpretes de Piano en Oruro, compositora, escritora y poeta.Nació en Oruro, estudió sus primeras letras hasta el bachillerato en el Colegio Evangélico Inglés “Archivald Reekie” Oruro. Ruth es en esencia mujer artista, plasma su habilidad al componer e interpretar melodías para piano. Asimismo, cuando escribe dice “es una necesidad casi biológica”. Escribió las siguientes obras: poesía bilingüe castellano – quechua: Imagen de Mujer – Warmi Rikch’aynin; salud mental: El Perdón un Proceso Mental Asertivo; cuento bilingüe castellano – quechua: “El Camino de Adriana – Adrianap Ñannita”; poesía bilingüe castellano-quechua: El Tiempo del Tiempo – Pachaq Pachamanta además de artículos en revistas y periódicos del país.En la actualidad es presidente del Comité de literatura Infantil y Juvenil-Oruro CLIJO, miembro de la Unión Nacional de Poetas y Escritores-Oruro UNPE, miembro del  PEN- Bolivia, creadora del festival Internacional de Poesía “Palabras en Altura” y creadora de la “Colección Literaria UNPE”

Christian Jiménez. (Bolivia, 1982). Es autor de cuatro novelas. Invierno (2010), Te odio (2011), Familiar (2019) y Paisaje (2020). Cuatro libros de cuentos: Cortas detonaciones (2008), El mareo (2008), Museo (2010) y No quedan días de verano (2015). Junto a la producción de ficción están los libros de ensayos: Ensayos de memoria (2014), Bolivia. El campo académico, cultural y estético (2016), Distorsiones del colonialismo (2018) y Roberto Bolaño. Una apropiación (2020). Ganador del concurso de novela latinoamericana convocado por la editorial E1 de Guanajuato, México, con la novela Paisaje y del concurso Ideas creativas. La pandemia y la experiencia de la cuarentena, convocado por la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia. Finalista con el cuento Navidad del Concurso Nacional de cuento Adela Zamudio. Cochabamba, 2015. Es también el antolagador y prologuista del libro Bajo la soledad del neón. Antología de cuento contemporáneo de América latina, que tiene dos ediciones, una en Bolivia (2020) y otra en Ecuador (2021). En poesía es parte de Cambio climático. Antología de la joven poesía boliviana (2011), Tea party I (2012), Traductores del silencio (2012) y es autor del poemario Bodas elementales (2021). 

Verónica Delgadillo. Nació en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Comunicadora Social de profesión, poeta por destino. Colaboradora en revistas literarias de circulación nacional y revistas internacionales online. Ha participado en publicaciones, antologías y festivales literarios en Bolivia, Argentina, Colombia, Perú, Chile, Ecuador y Venezuela. Obras publicadas: Las tejas de Job (2013), Ausencia del árbol (2018) y 37 armónicos para una fuga (2020).

Micaela Mendoza Hägglund. Nació en La Paz en 1981, boliviana-sueca. Poeta y psicóloga. Publicó el libro Lo mágico sombrío el 2010 con la Editorial Pasanaku. Parte del grupo literario “Letras transgresoras” de Sucre. Ha participado en festivales, publicaciones y antologías de poesía nacionales e internacionales (México, Chile, Argentina, Italia, España, Panamá, Reino Unido, Colombia, Perú, Turquía). En 2016 lanzó el disco musical y poético sonoro Éter junto al proyecto Mandala. De igual manera ha colaborado a diversos músicos (Ruddy Franco, Sibah, Gitte Pálsson) mediante su obra poética.Su libro Áticos sonoros (Editorial 3600) es condecorado como I Premio Nacional de poesía “Ópera Prima” 2018 convocado por la Cámara departamental del libro de Santa Cruz-Bolivia. El poemario Sahumerium es seleccionado por la Dirección de Cultura del Gobierno Municipal de Sucre para su publicación el 2020. Su última producción es un libro-baraja escrito junto a Adriana Romero (México); Poemancias (Perro negro, 2020).

Rodolfo Ortiz. La Paz-Bolivia, 1969. Poeta, ensayista, editor. Director de la revista de literatura La Mariposa Mundial (1999 – 2022). Ha publicado poemas, ensayos y artículos en diferentes revistas y periódicos dentro y fuera de Bolivia. Realizó estudios doctorales en la Universidad de Pittsburgh y también en la Universidad de British Columbia en Vancouver, Canadá, donde actualmente investiga y enseña. En la editorial La Mariposa Mundial ha publicado el libro de poemas Cuadernos de la sequía (2006, 2012), en diferentes entregas.

Juan Carlos Ramiro Quiroga. Nació en La Paz, en 1962. Es bardo, lector de libros y ensayista. Ha operado como el albañil creando obra bruta, gruesa, y fina, antes de la vendida. Ha publicado poco, con el apoyo de algunos mecenas como José Antonio Quiroga y Rodolfo Ortiz: El pozo de interminables líneas: cámara de Eco (1990), Kámara de Eco o el pozo de Ariana (Carrera de Artes-UMSA, 1992), Errores Compartidos (1995), Kámara de Eco o el pozo de Ariana (Plural Editores, 2003), Historia del Ángel (2003) y Mi pequeña muerte con Dios (Plural Editores, 2009). También Hueso blanco: reportaje a la mala lectura asediado por aforismos, sofismas, latiguillos, barbarismos y apostillas (La Mariposa Mundial-Plural Editores, 2007).Tiene dos obras en línea: una denominada obra gruesa (La Paz, 2021) con noticias poéticas y otra llamada Obra vendida. La gran colección de proverbios (La Paz, 2021) con poemas online que son difundidos en la plataforma brasileña Hotmart. Su poesía fue incluida en Poetas jóvenes de La Paz por Blanca Wiethüchter (Separata de la Revista Municipal “Khana” Nº 45, La Paz, 1996). Antología de la poesía latinoamericana del Siglo XXI. El turno y la transición (Siglo Veintiuno Editores, México, 1997), compilado por Julio Ortega. Antología de la poesía boliviana. Ordenar la danza (LOM, Santiago de Chile, 2004), selección y estudio de Mónica Velásquez Guzmán. ZurDos. Última poesía latinoamericana: antología (Bartleby Editores, Madrid, 2005), de Yanko González y Pedro Araya. “Poesía Boliviana” por Mónica Velásquez Guzmán (Revista de Poesía Alforja Nº 43, Universidad Autónoma de Sinaloa, México, 2008). Cuerpo plural. Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea (Editorial Pre-Textos, Madrid, Buenos Aires, Valencia, 2010), de Gustavo Guerrero.

Danitza Fuentelzar. Iquique, Chile 1977. Escritora, Artista Plástica, Gestora Cultural. Ha publicado el poemario Inhalámbrica (Editorial Yerba Mala Cartonera), su reedición por Editorial Jaguar Azul y Editorial AndesGraund. Antologías Latinoamericanas;  Con Rímel, A la Sombra, Mujeres Poetas en el País de las Nubes, Colección Vidzu, 1500 y un Solo Clímax, Caravanas de Poesía, Jauría de Palabras, Mujeres Poetas Chilenas Tanto Fervor Tiene el Cielo y Mujeres en Tiempos de Esperanza Crisis y Pandemia.

Invitada a eventos literarios internacionales; Mujeres Poetas del Cono Sur Conrimel, Festival de Poesía Latinoamericana Actual Poquita Fe, Días de Poesía , Festival de Poesía Panza de Oro, Festival Santiago en Paz, Festival Caravanas de Poesía, Festival Proyecto Posh, ANTIFIL, Festival Palabras en Altura, Feria del Libro de La Serena, Feria del Libro Gabriela Mistral y Feria Internacional del libro de La Paz, Feria del libro Feminista y Primavera del Libro. La Asamblea Legislativa Plurinacional, Brigada Parlamentaria de Oruro y la Unión Nacional de Escritores de Bolivia, le confieren el reconocimiento “Pluma de los Andes, 2018” a la trayectoria y aporte al desarrollo de las Artes y la Educación. 

Diego Valverde Villena. Poeta, ensayista y traductor. (1967). España/Perú/Bolivia. Magíster en Literatura Inglesa. Licenciado en Filología Hispánica, Filología Inglesa y Filología Alemana. Ha sido profesor de Poesía, Lírica Medieval y Lírica Barroca en la Universidad Mayor de San Andrés. Tras varios años dedicado a la diplomacia cultural, es profesor visitante en universidades americanas y europeas, donde imparte cursos sobre literatura hispanoamericana y literatura comparada. Sus principales poemarios son El difícil ejercicio del olvido, No olvides mi rostro, El espejo que lleva mi nombre escrito, Un segundo de vacilación y Panteras. Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas y aparecen en numerosas antologías. En su vertiente de ensayista ha publicado Varado entre murallas y gaviotas. Seis entradas en la bitácora de Maqroll el Gaviero, Dominios inventados y Vetas literarias. Ha traducido poemas de George Herbert, John Donne, Carlos Drummond de Andrade, João Cabral de Melo Neto, Valery Larbaud, Hilde Domin, Gottfried Benn, Mascha Kaléko, Rose Ausländer y Paul Celan, entre otros.

Omar Aramayo. (Puno, 1947) periodista, poeta, y narrador. Editor. Autor del libro de pintura: Humareda; y de la novela Los Túpac Amaru: 1572 – 1825, considerada el Libro del Bicentenario. Iniciador de los estudios de Carlos Oquendo de Amat y Gamaliel Churata. “Su poesía demanda de un lector favorecido por el don de la inocencia o un casi vicioso amor por la fábula” (Alberto Escobar). Es uno de los renovadores de la poesía peruana contemporánea. En su narrativa “El sarcasmo y la ironía constituyen la lógica del individuo sometido a la transformación verbal en la obra narrativa de Aramayo” (Miguel Ángel Huamán). Es uno de los narradores más fecundos y versátiles de la literatura peruana actual. Uno de los padres del microrrelato en el Perú (1971) y de la poesía gráfica (1964). 

Marlene Durán Zuleta

Marlene Durán Zuleta. Poeta y escritora (Oruro, 1956) Ha publicado los poemarios: Grises (1977), El otoño de la almohada (1984 -1985), Salmos (2002) y Afectos cóncavos (antología, 2021).

Hálitos de altura

Para Fernando Sabido Sánchez (28/8/1950 – 2/7/ 2017) España

I

Te encuentro en el azul infinito del mar,
en la distancia vertical,
imprecisa en los horarios de la tarde.
Hay tanta agua
que se amotinan los peces,
y el canto de las aves se vuelve comunión.
Estás concentrado,
el destello interno de la máquina
ilumina tus ojos,
la pasión por reunir a los juglares del mundo
motiva a rescatar poesía.
Asciendes flagrante como siervo por las letras,
desde mi espacio te sonrío afable,
suelo otrora conquistado
por hombres de tu estirpe.

II

Tenemos morada de sueños,
un vaivén de silencios nos envuelve,
la amistad atisba
¡viva la pródiga poesía!

Leer o escribir
nos libera de ver u oír
crujidos de hombres y animales
de estar habitados o desamparados.
Un hondo fervor desborda
al espíritu por los escritos,
geografía de letras.
-nos perpetúa en la distancia-

Estos periplos  de tiempos indefinidos
sigan colmándote de resplandor
y asciendas infalible a la cima,
rescatador de vates.

III

Te hablé de las golondrinas,
del ocaso
del silencio de las moras.

No se vislumbraba nada oscuro,
ni velo, ni duelo
que opacara tu morada  de luz.
Súbitamente se apagó la voz interna
de la memoria y tu corazón. 

El ronco ruido de la vida
curiosamente inquietó tu partida
un exabrupto del abismo,
abrió su territorio y dibujó una sombra.
Las guirnaldas se tornaron negras,   
piadosas, ante un súbito adiós.

Te fuiste por el camino azul
de la montaña elevada de los juncos,
la metáfora de tu obra “La muerte siempre culmina su trabajo”
se apresuró a conquistar
el perfume de las magnolias,
con los hilos de tus poemas
tejías en el nocturno abrazo de la noche
un pincel que se fue al fondo del Mar.    

La luz se apagó a las cinco de la tarde

Para Federico García Lorca (5/6/1898 – 18/8/1936) Granada, España       

Romancero gitano,
tus ojos iluminados y sonrisa abierta   
no tenían signos de maldad.
Poeta del tiempo y del alma,
tus églogas como espíritus que se mueven
llegaron sin campanas hasta los oídos
de la escuadra negra,
hombres sombríos,
tenían miedo del arte y de tu voz.

No estaban Dámaso Alonso,
Rafael Alberti, Luis Cernuda,
Miguel de Unamuno, ni Dalí
que rondaba tu pintura y poesía.
Los malvados irrumpieron tu sueño,
tenían furia,
borraron la canción de antorcha y libertad.

Avaros y pobres,
no preguntaron sobre ti
poeta  escribiste “Bodas de Sangre”
la trama y la esencia de la muerte por amor,
tres poemas para los arcángeles,
“La monja gitana y el diálogo amargo,
a las cinco de la tarde”.
La música te envolvía,
del piano salían melodías profundas y tristes,
como si horadaran la veta de tu corazón.

Recordando el abril de tu infancia leías
“La canción de las palomas oscuras”
prodigio de Andalucía transitada,
Federico de la Huerta de San Vicente
España de Federico,
te identificaste con la rueda taurina,
con el “Romance de la pena negra
palabra de poeta”.

Los designios son crueles
cuando la muerte comienza a sonreír,
el reloj no perdonó la puesta del sol,
las sombras cansadas comenzaron a reposar,
agosto se tornaba herida
la premonición de tu ausencia
era murmullo, rezo que calla.

Sensible por tanto silencio,
eterno en tu poesía, tu buen genio
estrella que te dio la vida
esperaste inocente al pelotón
en el “Barranco de Viznar –carretera de la muerte-“
los verdugos sordos,
ajenos al clamor, conscientes y sin conciencia,
obediencia servil,  
dispararon sin piedad,
nadie había previsto ese extremo de herida,
-trazaron otras partidas imperdonables
con las 13 rosas madrileñas-

Federico de España,
una estela de ausencias se tornó con tu trance,  
para ver después la tierra desde el cielo
hombres y cieno juntos
“a las cinco de la tarde”.

Instantes

El corazón late,
en el claroscuro de la tarde, 
concentramos en los ojos
al tiempo que se apaga.
Una penumbra se sentimientos nos envuelve,
se acentúa la presencia de otrora,
rostros inefables
hoy ausentes.
En esa estancia de figuras
las malvas desde su cielo de tonalidades
abren armonía ilimitada de formas.
Ese episodio de creación
motiva dibujar el entorno puro
del poeta muerto.

Recordatorios

Para Blanca Wiethüchter (17/8/1947 – 16/10/2004) Cochabamba, Bolivia

“Madera viva y árbol difunto”
es rumor del agua y de la tierra,
del cuerpo que corre.
Sabías de la distancia
de lo telúrico de la noche
y confesaste,
en el epílogo del poema
que ya te veías inerte
con el signo de una estrella
sin haber perdido la memoria.

II

“Pérez Alcalá
o los melancólicos senderos del tiempo”
son palabras que encienden
paisajes, autorretratos,
el Apocalipsis observado desde las sombras.
Descubres en los lienzos
el grito de la ciudad perdida,
persigues la grama,
la corteza del árbol
que se inclina cuando hay viento.

Estos poemas de Marlene Durán Zuleta son formas de la memoria o “recordatorios” como prefiere su autora. Palabras que evocan nombres, situaciones y obras. Obras hechas de palabras, otras palabras con las que se entabla un diálogo de distancias e invocaciones cuyo decurso por la tradición poética sigue trazando una larga vía de reflejos y ecos donde la voz de Durán Zuleta aporta nuevas resonancias para disfrute del lector consciente de las referencias literarias que la autora convoca con pertinencia y tino.

Enrique Moro

Enrique Moro (Valparaiso 1956-2021). Poeta y gestor cultural. Ha publicado, entre otros, los poemarios: Marilyn (1973), Moro, poemas Libro Objeto (1980), Bolsa, Poesía de cordel (1981), Amantina y otros poemas (1987), La piedra feliz y otros tangos (1994), Hay un Moro en la costa (2006), Poemas últimos (2011) y De ceniza nuestra sábana (2014).

Carnaval de Oruro

Duro como la piedra,
profundo como la raíz del sol
en el universo.

Carnaval de Oruro
abrazo de la ternura de los Andes
del antiguo sol que ilumina
el corazón profundo de América.

Ahí Víctor* hizo ese gesto
y challa, su casa hermosa y amada
un corazón bajo la luna de Oruro.

Ahí fui feliz
ahí besé tu piel y tomé tu cintura
cuando el sol doraba tu pelo
y el agua de los volcanes bañaba tu cuerpo.

Ahí lloramos
en esa esquina, los amigos,
lágrimas del sol bajo la lluvia de enero
en lo más alto de los Andes.

Es carnaval
es Oruro
la fiesta del altiplano
la Pachamama.

Una historia que se baila
con la música del aire.

El cielo está cada vez más cerca
las nubes dibujan su trapecio
para que los sueños y las esperanzas
salten del corazón
del indio a las estrellas.

*Se refiere al músico Víctor Hugo Sepúlveda

Brevísima introspección de la Grey

Yo soy el más muerto de todos
arrinconado en la ciudad
subo los buses con mi cuerpo

Yo soy el que camina
al lado del mundo
-como si nada-

Todo me mira de reojo

Yo no sé si es la luna
un globo de Good-Year

Creo ver una estrella que cae
sola
o tal vez es Superman
luchando por la justicia
yo no sé si deba entrar
a una iglesia
o tal vez será mejor abrir la puerta
de una financiera
porque tengo problemas de toda índole

Tal vez mi dolor solo sea producto
de comer comida enlatada

O de beber leche de vaca
de una teta de cartón

Ya no hay tentativa
para este hombre finito

Gracias Señor

Gracias Señor,
por el suelo a la altura de la suela
la lengua, el paladar entero hecho polvo
y ceniza por el lacrimógeno.
Gracias Señor
por la justicia (a) divina.
Gracias te damos todos los apaleados
y llorosos de América por tu bondad
para con nosotros
huéspedes de tu (pre) paraíso.

Gracias por los barcos y los tanques,
por los aviones y los torturadores,
por la Cruz de Hierro.

Señor, tú sabes el paradero
de los desaparecidos, así es tu Gracia.
Infórmanos al comité o a un tribunal cualquiera
nunca tan justo como el tuyo,
pero danos al menos esa tranquilidad.

Señor, te rogamos,
manda algún ángel desocupado (aquí cesante)
o alguno de tus asesores.
Tenemos hambre de todo.

Señor
que tu luz divina alumbre en las poblaciones
porque la compañía de electricidad
nos cortó la luz terrena.

Señor, te informamos
que la duda eterna se nos convirtió
milagrosamente en deuda externa.
Que el pan que es tu cuerpo
ha subido hasta las nubes
y los niños de mi patria no pueden volar.
Es un decir, Señor,
porque los hemos visto volar, hechos pedazos
y no por tu Verbo
sino por las esquirlas de las bombas.

Señor,
el vino que es tu sangre
tiene a medio continente alcohólico,
es decir, Señor, borrachos de tu sangre,
buscando la tierra prometida.

Señor,
aquí con una Democracia nos conformamos
por último
con una Democracia Cristiana.
Es así nuestro dolor
y nuestra desesperación,
Señor.

El paisito amaneció triste

Antes de nada y después de todo
Sepa usted

Benedetti
Que el
Paisito
Amaneció triste
Con lo suyo

Benedetti
Usted sabe como cuesta
Hacer la revolución
En estos días

Y usted se va
Se vira
Dice chau
Se muere

Parte derecho al patio de los callados

Ya no con el Frente Amplio
Pero al menos con la frente limpia

Este último viaje suyo
No fue a la Habana
Con poesía y ron
Compañero
En la bodeguita del medio
No fue a Barcelona
Ni a la rambla
Ni a esas viejas librerías
De la calle Argüelles

Ni al Camp Nou
A ver al BarÇa

Ni a Buenos Aires
Con el Polaco Goyeneche
“El mundo fue
Y será una porquería”
Gritaba Santos Discépolo
Y usted
Fue su santo discípulo

Lo suyo
Mario
Es un viaje definitivo
El último de los exilios
Un salto al trapecio
De los sueños perdidos

Lo suyo

Es el último de los suspiros
Un beso a la nada
Un abrazo con las estrellas
Un volver al polvo
Mas polvo enamorado

Azul
El espacio
En lo alto del mar
En lo profundo del cielo

Azul

La palabra
Suspendida en el aire

ARMARIO
De luz
Tu vida

Mario De Montevideo

(Un día para no olvidar)*

Un día para no olvidar
qué locura, un disparate por todos
lados, y esto se viene con todo,
ya se está nublando, el viento sopla
sobre los techos y dentro mío.

Estos pequeños andamios
que sostienen mi calavera
se olvidan y doblan sin soportar
la liviandad de mis huesos.

Tengo frío, los lugares en mi
cabeza asustan
y me duele la rodilla de la
caída de mi cuerpo en esa
vereda tropical.

Así que son 64 los años que vivo.
Está bien; vinos, buena vida,
Gran amor, pero ahora,
Tal vez, muerte.

 *Versos escritos el 4 de marzo de 2021, día del fallecimiento del autor.

A propósito de la poesía de Moro, su compatriota, el destacado poeta Juan Cameron refiere: “Poesía trasminada por la noche y la marcha, por el viaje y la anécdota, por lo crudo y lo cocido de estos años que duros y felices son tierra germinal de cierta nostalgia por lo que vendrá, tanto como la proyección fantástica de cuanto la experiencia de dictó o gritó al oído”. Por su parte, Alejandro Pérez se refiere al poeta en estos términos: “Las vicisitudes existenciales y el renovado escenario político le han impuesto al poeta otra mirada al entorno, otro ritmo de acción y un sentimiento diferente a su oficio, sin perder la gracia, esa agudeza irónica de las composiciones, la recurrencia del habla coloquial y todos los recursos que nos descubren la hostilidad con que se nos presenta la historia”.

Eduardo Kunstek en la eternidad

Redacción El Duende

Publicado en El Duende 59, el 13 de agosto de 1995.
Publicado en El Duende 88, el 21 de septiembre de 1996.

Ha partido a la eternidad el poeta orureño Eduardo Kunstek, piedra angular de El Duende en sus inicios, poeta de exquisito verso y entrañable animador de tertulias. Desde estas páginas le rendimos homenaje con una breve selección de poemas, como adelanto de un dossier especial en su honor que se publicará en la edición de este domingo.

Arquitecto de la noche

Las palabras de la noche son estrellas
astronomía humilde sobre café negro
soledades que sueñan juntas la tibieza
de lenguajes sin eco compartidos.

Las palabras son el sueño del insomne
descubren al dueño de la voz
y a sus amigos la lejana grandeza
de una estrella; le dan luz o la construyen.

A un poeta no se lo hiere
–es preferible matarlo–
pues de la llaga podrían salir palabras
más dulces de lo mismo que significan:
verbigracia, narguile, remolacha.
Tampoco un poeta miente pues su palabra
es la anti-mentira
verbigracia: Un poeta no muere
se resquebraja como hoja seca para ser música
se impacienta y se abraza a la muerte
frente al brillo de unos ojos que la propician
el fulgor de unos ojos como los tuyos.

Tomado de El recurso del fuego

Publicado en El Duende 70, el 14 de enero de 1996.

Eduardo Kunstek Montaño (Oruro, 1952)

Destacado poeta autor de cinco poemarios publicados entre 1989 y 2021. Fue uno de los fundadores del suplemento cultural El Faro que luego dio paso a El Duende. Miembro del movimiento “15 poetas de Bolivi”a. Desde hace varios años radicaba en Santa Cruz. En el libro Letras Orureñas se lee: “La poesía de Eduardo Kunstek es inteligente, rigurosa, culta y elegante. Sus poemas son un ejercicio aleccionador de sensibilidad y sobriedad poéticas”.

D. López Koehnke

D. López Koehnke. (La Paz, 1991). Poeta, narrador, músico, ilustrador y diseñador. Ha publicado el poemario Tramas (2022).

Hito

Y mis palabras que son torpes se deshilachan 
Cada cordel es un conducto 
Y tu pensamiento se escurre,
La gravedad lo llevará a lo profundo 
Y quizá entiendas más cosas de las que deberías 
Y quizá esa profundidad lunar se te haga familiar, 
Entonces lo aparente será un recuerdo. 
Tu cuerpo volcánico conocerá el agua, mis aguas 
Habitaremos tierra firme, tierra fértil 
Los hilos crecerán como pasto
Podremos tocarlos con los pies 
Jugar a estar descalzos. 
Entre párrafos, los cordeles nos crecerán como enredaderas 
Como venas fecundas 
Como dagas de guerra,
Ésas que delimitan nuestra tierra 
Que dan forma a nuestros cabellos 
Que perforan la piel 
Y escriben en los árboles.  
Quizá ésa sea nuestra tumba
Quizá sea nuestro comienzo
O quizá los hilos se consuman con tu forma cáustica 
Y no lleguemos tan lejos.  

Un Cuento

Una niña y un bosque 
Vaya imagen tan conocida,
Ella dormía
Sin lobos, ni brujas
Ni figuras sombrías sin rostro.

La tarde y el bosque 
Una imagen anaranjada 
Con aves, hojas 
Humedad y huellas 
Eco
Pasos 

La niña y un sueño
Una espera eterna 
Con espereza, con deseo
La tópica, torpica, ¿torpe?
… idea del amor 

La tarde y una niña
Un momento casi eterno
El eco de los hachazos, la madera
Luego más pasos, un extraño
Una niña.

Un bosque y un sueño 
El hacha, la soledad 
Y una imagen tan onírica
tendida ante sus ojos.

Una tarde sin sueño 
Aves volando, unos gritos
Pobre niña,
Vaya imagen tan conocida.

De semillas 

Atascado sobre madera muerta,
Bajo aleteos inconfundibles 

Semillas en sus manos 
La vejez en las semillas…

Te preguntas quién soy 
Yo me pregunto lo mismo

Yo te pregunto lo mismo
Tú te preguntas…

Atascado sobre piedras centenarias,
Bajo las campanas del medio día

Semillas en sus ojos
El futuro en las semillas…

¿Reconoces quién soy?
¿Reconoces tú rostro?
¿Tan dividido está el tiempo?
¿Tan repartida está esta mente?

Atascado sobre carne y patria,
Bajo la marcha cotidiana

Semillas en nosotros,
Las palomas se las comen de a poco…

Bocanadas 

Otro más
Ya va siendo el tercero
Otro niño
Otro niño de humo

Ese último giraba muy rápido 
Era como un recuerdo 
Pero en lo que iba subiendo
Se fue viendo ajeno… 

Aquello que entra me va desgarrando
Aquello que entra me va arrancando por pedacitos
Y sale victorioso 
Se diluye en el aire  

Otro más
Ese blandía inocencia entre sus manos
Pero se fue deshaciendo 
Desnudando hasta desaparecer

Dime que sucede después 
¿A dónde van cuando solo quedan las colillas
Cuando el alquitrán va tomado mi lugar etéreo
Dime si me puedo ir con ellos?

Otro y otro más
Y algo de vértigo
Y de ellos quedan cenizas 

Tramas es el primer libro de poemas de Diego López Koenhnke, quien antes ya había publicado un libro de cuentos (Malescritos, 2019) y grabado un disco (Exis, 2020). Hay en el libro una simbiosis entre palabra y dibujo, donde las líneas se intersectan en la configuración multidimensional de un universo de significados que se reflejan y complementan creando un continuum entre poema e ilustración. En el prólogo de Tramas, Claudia Daza Durán anota que: “su propuesta sale del pecho como si fuera un lobo, un animal que te cruza entero hasta hacerte pisar su tierra firme. Se desnuda en dibujo y nos desnuda en palabras, nos lleva al juego de palabras y a los cierres narrativos, porque narra poéticamente, desde la línea de sus ilustraciones hasta el sonido de sus finales en punto.”

Dos poemas por el Día de la Madre

Cartas a mi madre

Ramiro Condarco Morales

FLOR DE OTOÑO. Perpetua enmudecida.
Rosa blanca de abril. Sueño de infanta.
Perlado pelo cano te hizo santa:
Santa imagen de amor despedida.

Cada vez más distante y más sentida
por tanta pena y amargura tanta
que siempre tu recuerdo me adelanta
al reencuentro de tu última partida.

Cautivo del pasado. Nada llena
en mi alma enferma de dolor tu ausencia.
Quise ser luz de sol para tu pena,

y sólo he sido reverbero inerte.
Quise ser la extensión de tu existencia
y sólo soy la sombra de tu muerte.

¡Puerto Agonía al alba! ¡Madre mía!
¡Quien creyera que de acá te escribo!
¡Aunque, Madre, aún exista, ya no vivo!
¡Ya no vivo tu vida ni la mía!

¡Puerto Dolor, donde la luz no es día:
ni paisaje hiemal ni aliento estivo!
¡Una ascensión sin fin de paso esquivo
tanto más dura cuanto más tardía!

¡Tiempo incierto, doliente, acibarado!
Desbordante de luz, pleno de sombra.
Flujo incorpóreo, triste y reiterado.
¡Eter vivaz sobre la nube-alfombra!

¡Un espectro a la espera del Buen hado!
¡Y una voz que te llama y que nombra!
Puerto Desolación en hora mustia.
Te escribo desde el polen de los lirios,
desde  las rosas blancas y los cirios,
desde la sombra muerta de mi angustia.

Puerto Desolación en tierra adusta
huyeron ya calvarios y delirios,
las sombras del pasado y tus martirios…
En paz descansa tu aflicción augusta.

Puerto Desolación. ¡Ya nada late,
nada vibra, ni vive ni palpita,
nada pulsa ni vuela ni se abate.

No hay calor, no hay paisaje, no hay sonido,
mi corazón lo siente y acredita.
En él, también, ha muerto hasta el latido.

Puerto Ausencia a la fecha en el Vallado.
Te busco en el rocío que desgrana
la doliente oración de la mañana
en la espiga del pan abandonado.

Refección que no sabe a tu pasado,
muerdo tan sólo mi presencia humana…
El triángulo de luz de la solana,
como nunca, silente e inanimado.

Te busco en la fatiga de mis músculos,
y, al calor familiar de mi aliento,
en el claro arrebol de los crepúsculos.

Y de pronto renaces en mi mente,
pero en tal soledad y apartamiento
que sí estás sola, es que yo estoy ausente.

Puerto Esperanza al fin del camino.
Tu lo viste en verdad reverdeciente.
El eras tú: criatura de tu mente,
Él era yo: retazo de tu sino.

Puerto Esperanza abierto al sibilino
soplo de la existencia. Aunque doliente
mi alma te reclama y hoy te siente
como el propio matiz de mi destino.

Puerto Esperanza al fin de mi sendero.
Más allá sólo el mar: otra esperanza
que aquieta mi dolor en agua mansa.

Esperanza: postrer pan del arriero,
promesa austera de volver a verte
mientras tu vas a Dios y yo a la muerte.

¡Salve madre!

(A Ernestina Soza Pérez).

Rómulo Quintana Soza

Sola…
Despertaste, surgiendo
del silencio silente.

Profundo y primer suspiro…
Certero y seguro
de seguir el sendero.

Tu cuna
no supo de la suave seda,
mas, supo de la cebellina
del sublime sentimiento.

Ansiosa…
Subiendo subiste
a los cenitales celajes,
con tu cesta cestada
de sapiencia.

El sacrificio de tu vida…
Símbolo Sempiterno
de la sensible sencillez…
es la brillante centella de luz
que guía los pasos del amor…

Ser del suplicio superior…
Señora, Soberana.
Sencilla en su sortilegio.
Solícita cual ninguna…

Sumida en el sufrimiento,
en la ciénaga sombría,
susurrabas cual señorial
santuario del Sacrificio.

Cerraba tu cielo
la cercana, sedienta
y mortal sentencia de la noche…

¡Salve!
Santo ciclamor.
Sigue tu luminoso sueño…

Duerme, Madre, duerme…
Duerme tu dulce y solaz silencio…

(Con todo el amor
que puedas imaginar…)